Con velas encendidas y gritos de "libertad", miles de personas se congregaron en el centro de Barcelona para pedir la liberación de los líderes independentistas, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart.
Más temprano, el presidente catalán Carles Pudgemont y la vicepresidenta, Ada Colau se sumaron a otras manifestaciones contra el encarcelamiento de Sánchez y Cuixart.
La justicia ordenó prisión preventiva paras ambos tras acusarlos de sedición por promover concentraciones previas, aparentemente violentas, al referendo soberanista.