Con más de mil 400 kilos de explosivos al interior de la bomba, los especialistas lograron neutralizar los detonadores del artefacto de 1.8 toneladas del tipo Bockbuster 4000.
La bomba fue descubierta durante las obras de construcción en el barrio de Westend, al oeste de la capital financiera de Alemania. El explosivo que quedó sin estallar fue arrojado por el ejército británico durante la Segunda Guerra Mundial.
Para evitar una catástrofe, la policía evacuó a las personas que vivía en un radio de un kilómetro y medio. Las personas internadas en hospitales fueron trasladados a otros centros médicos. Una operación de este tipo no ha sucedido en los últimos 70 años en el país europeo.