Los pobladores de la localidad de Rubielos de Mora, en Teruel, España, se vieron sorprendidos por una tormenta de granizo, que provocó serios daños. El granizo, del tamaño de una pelota de tenis, destrozó las lunas de los vehículos, perforó techos y dañó cosechas. Las autoridades declararon zona catastrófica.
En tanto, en Estados Unidos, los bomberos tratan de controlar un incendio forestal que ya consumió ocho hectáreas en Los Ángeles. En este mismo país, pero en Carolina del Sur, las lluvias torrenciales desencadenaron inundaciones que dejaron a varios vehículos bajo el agua.
Por otro lado, Roma atraviesa su peor sequía en 60 años. La falta de lluvias y la ola de calor podría dejar a casi tres millones de residentes sin agua. La capital italiana afrontaría cortes de agua durante varias horas a partir de 29 de julio.
El Vaticano decidió cortar el agua en sus fuentes, tanto en la Plaza de San Pedro, como en el resto del pequeño Estado.