El “juego de la Ballena Azul” ha activado la alerta en todo el mundo. Consiste en que los niños y adolescentes realicen desafíos que escalan en peligrosidad hasta completar 50 etapas. Esta última es el suicidio.
Entre las pruebas se encuentran saltar al vacío desde grandes alturas, ver películas de terror por largas horas, autolesionarse o permanecer largos períodos despiertos.
Esto funciona a través de un administrador que entrega las órdenes mediante las redes sociales y cada vez que se realice una etapa, se debe enviar una fotografía para comprobarlo.
Quien creo este “juego” es Philipp Budeikin, un ruso de 21 años y se supo de su detención el 15 de noviembre del año pasado. Estudió psicología, pero al tercer año fue expulsado de la universidad.
En diálogo con el medio ruso Saint Peterburg.ru, reconoció que estaba empujando a los adolescentes a la muerte “Sí, realmente lo hice. Les di lo que no tienen en la vida real: calidez, comprensión y comunicación”, agregó.
Explicó que el juego divide a las personas en dos grupos: en gente y “residuos biodegradables”. “Ellos (estos últimos) no tienen ningún valor para la sociedad. Estaba limpiando nuestra sociedad de tales personas“, confesó.