Decenas de cuerpos, inertes o que luchaban para no ahogarse, yacían en las calles de la localidad Siria de Jan Sheijún (provincia de Idleb), una zona controlada por grupos rebeldes y yihadistas, el presunto bombardeo con armas químicas dejo al menos a 100 personas muertas, entre ellas varios niños, según ha informado la organización médica internacional UOSSM.
Según testigos no hubo piedad contra las indefensas víctimas, a los autores del atentado no les importó que hubiera mujeres, ancianos y niños en la zona. Activistas médicos culpan a los aviones del régimen de Bashar Al Asad apoyados por Rusia, ya que esta ciudad esta aun controlada por los rebeldes. El bombardeo sorprendió a centenares de civiles mientras dormían en sus casas…
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos no tiene dudas que fueron rociados con sustancias toxicas, ya que por los síntomas podría ser gas sarín o cloro.
Por su parte el gobierno Ruso asegura que sus aviones no han realizado ninguna operación, al Assad negando que tenga en su poder armas químicas y que realice este tipo de ataques.
Lamentablemente, horas después el hospital donde muchos de los sobrevivientes estaban siendo atendidos fue bombardeado.
