Donald Trump ya es el presidente número 45 de los Estados Unidos. La jornada de su investidura se inició muy temprano con una misa en la Iglesia Episcopal de San Juan, ubicada cerca de Blair House.
Lo anecdótico del momento fue que Melania Trump llegó con un regalo sorpresa para Michelle Obama. Luego, como dicta la tradición, ambos presidentes viajaron juntos por la avenida Pennsylvania hacia el Capitolio.
Minutos después se dio inició a la ceremonia de juramentación que contó con la presencia de funcionarios estadounidenses y distintos mandatarios extranjeros. Entre los invitados especiales estuvieron el ex presidente Bill Clinton y su esposa Hillary, la rival electoral de Trump.
Al mediodía, Mike Pence juró como vicepresidente. Inmediatamente después el multimillonario neoyorquino hizo lo propio. El juez John G. Roberts tomó juramento al republicano.
Su discurso como presidente en funciones no estuvo exento de polémica. Y es que en vez de lanzar un mensaje de unidad, Trump arremetió con un pronunciamiento que más parecía propio de una campaña electoral que de un mensaje inaugural.
“A partir de este día, una nueva visión gobernará nuestra tierra. A partir de este día en adelante, será sólo América, Estados Unidos primero”, dijo el magnate.
Luego de su discurso desde el Capitolio, el flamante presidente de los Estados Unidos firmó varias órdenes ejecutivas rodeado de todo su familia. Mientras Barack Obama brindaba su primer discurso tras abandonar el poder.
En horas de la tarde, Trump ofreció un almuerzo en el Capitolio y luego encabezó la parada inaugural en su honor y diversas galas bailables.
