La policía estatal de Idaho reportó más de 203 choques solo en diciembre. Y esta vez, un policía se salvó de ser arrollado por un auto fuera de control que se deslizó a toda velocidad por la vía.
El agente caminaba por un lado de la carretera para atender a un conductor en problemas, cuando un vehículo patinó por la nieve y pasó muy cerca de él.
El coche solo se detuvo cuando chocó contra otra patrulla. Por fortuna nadie resultó herido.