El dueño de una constructora en Argentina que se encontraba dentro de su auto contando el dinero que serviría para pagar a sus empleados, fue amenazado por un hombre vestido de obrero que intentó dispararle. El empresario contrarrestó el ataque y abatió al sujeto de tres balazos, el hombre que quedó tendido solo resultó herido en la mano y el hombro.
La policía trasladó al hampón a un hospital local, mientras que el empresario fue llevado a una comisaría y exculpado por el ataque ya que el hecho fue en legítima defensa.