Empieza el día y este sacerdote católico de un pueblo de Polonia sube a su patrulla y va de inmediato atender un llamado de emergencia. Y es que un fiel necesita de sus consejos y escuchar la palabra de Dios.
El padre Krzysztof Kauf visita a los creyentes a bordo de este automóvil que está decorado como una patrulla de policía, con luces en el techo, pero con la imagen de una cruz.
Recibe llamadas telefónicas a cualquier hora, del día y la noche. Para él no hay descanso cuando alguien necesita de Dios. Todas las personas lo quieren y esperan que otros religiosos sigan su ejemplo.