Aunque parezca una escena sacada de una película de terror, estas perturbadoras imágenes muestran lo que sería un exorcismo real en Argentina, llevado a cabo por el obispo luterano Miguel Acuña.
Hizo su primer exorcismo en abril del 2001, luego que en plena misa una quinceañera comenzara a contorsionarse y hablar en lenguas. Desde entonces según cuenta ha hecho más de 1000 rituales de sanación.
Acuña, de 54 años, abrió su escuela de exorcismo en Buenos Aires. El curso de tres años de duración cuesta unos 40 dólares y entre sus muchas materias incluye clases parapsicología, angelología y demonología.
Los graduados salen con el título de consultor exorcístico y están preparados para determinar donde hay una manifestación diabólica y hacer prevención espiritual.