Un tipo de desorden psiquiátrico ha puesto en alerta a muchos padres de familia, y es que el deseo por tener el rostro o cuerpo perfecto puede acabar en tragedia por una ola de suicidios.
Trastorno Dismórfico Corporal (BDD, por sus siglas en inglés) es una condición que hace que la gente se obsesione con los defectos que percibe en su apariencia. Además hacen que aborrezcan su propia imagen.
Se estima que una de cada 50 personas sufre este trastorno, y aunque muchos, incluyendo algunos médicos, no tienen conciencia de su existencia.
Cuando este trastorno se encuentra en un grado avanzado puede hacer que las personas que lo padecen eviten salir de sus casas por completo e incluso llegar a tener pensamientos o cometer suicidios.