Por siglos, una enorme incógnita ha rodeado la tumba de Jesucristo en Israel. Y hoy un equipo griego ha sido el encargado de retirar la pesada capa de mármol de la que, según la tradición cristiana, se colocó el cuerpo del Mesías en el año 33 tras ser crucificado.
Como parte de labores de restauración, un gran misterio acompaña a este histórico hecho, que, como era de esperarse, ha concitado la atención de millones de creyentes en todo el planeta.
Cubierto por un revestimiento de mármol que data del siglo XVI, la tumba está ubicada en la Iglesia del Santo Sepulcro en la ciudad vieja de Jerusalén.
Una terna de científicos de la Universidad Técnica Nacional de Atenas son quienes llevan adelante las tareas de remodelación y, además, continuarán con un análisis científico.
Uno de los arqueólogos ha informado que el estudio de la roca donde se colocó el cuerpo de Jesús ayudará comprender la forma de la cámara sepulcral y a entender su evolución con el paso del tiempo.