En hombros, cubierto por la bandera israelí y rodeado de suaves cánticos, así fueron despedidos los restos de Shimon Peres, considerado uno de los fundadores de Israel.
A la sentida ceremonia en el cementerio del Monte Herzl, en Jerusalén, llegaron decenas de invitados, como líderes mundiales y políticos del gobierno para despedir y rendir honores al hombre que forjó el estado judío.
En medio del funeral, un momento clave surgió. El encuentro entre el presidente palestino Mahmmud Abbas y el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, ejemplificando quizá la tarea de paz que aún está pendiente entre ambos pueblos. Lo cierto es que con la muerte de Shimon Peres se va un gran legado, destacado por quienes lo conocieron y respaldado por sus acciones.