Contra todo pronóstico, un hombre con cáncer terminal logró ver el nacimiento de su bebé pese a haber sido sometido, poco antes, a una riesgosa cirugía al cerebro.
Cagney Wenk y su esposa Jessica Lee esperaban emocionados la llegada de su primogénito, pero tres semanas antes del parto, Wenk descubrió que tenía cáncer cerebral en estado terminal.
Se internó en la misma clínica en la que su esposa iba a dar a luz y recibió gran cantidad de tratamientos invasivos para aliviar el dolor y ver si existía la esperanza de poder ver nacer a su pequeño Levon.
El futuro de Wenk es incierto. Los doctores no tienen muchas esperanzas, pero su familia espera que un milagro haga que Cagney pueda ver crecer a su bebé.