No serán ring de box o cuadriláteros de lucha libre pero los restaurantes se han convertido en los lugares preferidos para que millones de personas resuelvan sus diferencias a punta de golpes y patadas.
Quien no recuerda este episodio de violencia en Grecia, donde unos fanáticos del fútbol se pusieron a discutir de tal forma que su riña acabó en una verdadera batalla campal donde se lanzaron de todo, desde platos hasta sillas.
Un jovencito ruso fue a buscar a su rival de amores a un restaurante, al encontrarlo ni pensó en intercambiar palabras y fue de frente a los golpes.
Sin embargo más tardó en llegar al lugar que en caer al piso y al final los protagonistas terminaron siendo sus compañeros.