El Youtuber estará detenido durante dos meses y ha sido acusado de dos cargos: incitación al odio y ofensa de los sentimientos religiosos. Además de la detención, las autoridades ya han dicho que el joven podría enfrentarse hasta a cinco años de prisión.
Todo por jugar “Pokémon Go” dentro de una iglesia, en un país donde este juego es considerado, por muchos, como satánico.