El Senado brasileño aprobó destutuir a Dilma Rousseff del cargo de presidenta de la República Federativa tras una extensa sesión que contó con 61 votos a favor, 20 en contra y 0 abstenciones.
Para lograr su destitución, se necesitaba una mayoría calificada de 54 votos, una cifra que fue superada hoy en la última audiencia, presidida por el juez de la Corte Suprema Ricardo Lewandowski.
De esta manera, se pone fin a un proceso que inició el 2 de diciembre del 2015 por graves irregularidades en el manejo del presupuesto federal, aunque la saliente mandataria negó en varias oportunidades haber cometido algún delito e incluso calificó de “golpe” el juicio político en su contra.
La presidencia de Brasil quedará en manos de Michel Temer, vicepresidente de Rousseff, quien deberá ejercer el cargo hasta el 1 de enero de 2019.
