En una de las mayores protestas convocadas en años, millones de personas volvieron a las calles de Chile este último fin de semana para exigir el fin del sistema privado de pensiones, que rige desde 1981 por la dictadura de Augusto Pinochet.
Desde niños hasta adultos, chilenos de más de 50 ciudades de las 15 regiones del país marcharon a favor de una pensión digna y contra el polémico sistema de jubilación. La manifestación incluso llegó a paralizar el metro de Santiago.
Horas después, la presidenta Michelle Bachelet aseguró que se está trabajando para mejorar las pensiones. Por su parte, los manifestantes anunciaron un nuevo paro nacional convocado para el próximo 4 de noviembre.