A solo 15 días de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro, la policía de Brasil arrestó a 10 personas que planeaban un presunto ataque.
El ministro de justicia de Brasil, Alexandre de Moraes, confirmó que se trataría de una supuesta célula terrorista vinculada al autoproclamado Estado Islámico.
Asimismo, dijo que los sospechosos de tener nexos con el Estado Islámico no se conocían personalmente y que sólo se comunicaban por Telegram y WhatsApp.
Todos ellos eran investigados desde abril y participaban de un grupo denominado "Defensores de la Sharia" y planificaban adquirir armamentos para cometer crímenes en Brasil y hasta en el exterior.