El fallido intento de golpe de Estado en Turquía dejó un saldo de 161 muertos y 1440 heridos, sin contar a los 104 golpistas muertos. En tanto el primer ministro, Binali Yildirim, informó que se detuvo a 2839 militares.
Wyildirim aseguró que la situación se encuentra “completamente bajo control”, luego de los enfrentamientos entre golpistas y las miles de personas que se movilizaron por pedido del presidente Recep Tayyip Erdoğan en contra de los insurrectos en las calles de Ankara y Estambul.
Responsabilizó asimismo al predicador Fethullah Gülen, exiliado en Estados Unidos, como el instigador de estos actos. El exaliado del mandatario es considerado como la cabeza de una “organización terrorista”.
Por su parte, este sábado el secretario de Estado estadounidense John Kerry instó a Ankara a presentar pruebas, al tiempo de ofrecerle ayuda en la investigación sobre lo ocurrido. Una multitud salió a las calles tras el triunfo del régimen.
Otro grupo recibió al presidente en el aeropuerto Atatürk. Erdogan exhortó a los turcos a “seguir siendo dueños de la calle (…) porque siempre es posible un nuevo estallido” en el país. Criticado por actitudes autoritarias, bajo su gobierno la jerarquía militar ha sufrido varias purgas.