Tras el paso de Tifón Nepartak por el sur de China, dejó calles transformadas en lagos y un ambiente de completa destrucción. El fenómeno golpeó al país acompañado de torrenciales lluvias que provocaron los desbordes de ríos e inundaciones en las principales ciudades de la provincia de Fujian.
Además, el mal clima dejó varias localidades incomunicadas tras el bloqueo de carreteras. Los vientos superiores a más de 200 kilómetros por hora arrancaron poster de luz, árboles y techos en las zonas comerciales.
Desde que el Tifón tocó tierra, las autoridades decretaron el estado de alerta máxima. Cinco aeropuertos se mantienen cerrados y los servicios de transporte público permanecen cancelados.
Por otro lado, en Estados Unidos, un gran incendio forestal en Colorado, se expandió rápidamente. Alrededor de 150 bomberos se encuentran luchando contra las llamas. De momento, cinco viviendas han sido destruidas y más de 900 mil han tenido que ser evacuadas.