En Siria, unos terroristas autodenominados Estado Islámico, decapitaron a tres hombres por ser futbolistas, quienes son miembros del popular equipo Al-Shabab, ejecutados en frente de varios niños.
Los extremistas del ISIS aseguran que jugar fútbol es contrario a las leyes del Islam, y por ello, los infieles deben ser castigados. Además se les acusó de ser espías del grupo rebelde kurdos.
Mientras tantos en Alepo, los bombardeos no cesan y dejan al menos 8 muertos y 80 heridos. Los enfrentamientos entre los rebeldes al régimen y el gobierno sirio han provocado en las últimas cuatro horas el estallido de 150 misiles y proyectiles.