Como todos los años, turistas y locales se atrevieron a desafiar el peligro al ser perseguidos por enormes toros en las estrechas calles de Pamplona, en España, como parte de la tradicional fiesta de San Fermín.
Y como en anteriores ocasiones, varios animales arremetieron contra los participantes y varios curiosos. En total fueron cinco las personas que resultaron heridas tras ser cornadas por los furiosos toros en el primer encierro.
Pese a júbilo que se vive, fiesta de San Fermín también han reavivado la polémica. Y es que los encierros y corridas de toros generan el rechazo de los defensores de animales, quienes suelen organizar protestas contra lo que consideran un baño de sangre.