La Corte Suprema de Estados Unidos destrozó los sueños de miles de indocumentados al bloquear la acción ejecutiva que protegía de la deportación a cinco millones de personas.
De esta forma no prospera el plan de Barack Obama que tenía como objetivo dar un estatus legal a cerca de cinco millones de indocumentados que viven en el país. Medidas que estaban dirigidas a jóvenes y a padres con hijos con residencia permanente o ciudadanía estadounidense.
Pese a todo el mandatario dijo que la reforma migratoria, una promesa que hizo desde el 2008 y que no ha podido hacerse realidad, llegará tarde o temprano, pues aseguró que el Congreso no los podrá ignorar por siempre.