Cuando una protesta pacífica de la confederación de estudiantes de Chile, estuvo a punto de finalizar, decenas de manifestantes comenzaron a tirar piedras a los oficiales que respondieron con gases lacrimógenos y cañones de agua.
Todo estalló cuando los líderes estudiantiles estaban sobre un escenario ofreciendo discursos, y encapuchados intentaron romper el cerco de seguridad, provocando la rápida reacción de los agentes.
Fue así como los estudiantes salieron nuevamente a las calles para protestar por la falta de celeridad en la implementación de las reformas educativas impulsadas por parte del gobierno de Michelle Bachelet.