El Papa Francisco hacía su tradicional ingreso a la plaza San Pedro en el papamóvil, cuando de pronto observó a un grupo de refugiados. Francisco no dudó en acercarse a ellos e invitarlos a que lo acompañen al estrado.
Los inmigrantes africanos se sentaron junto a él durante la celebración de su audiencia general. En un plsno más espiritual, dedicó su catequesis al encuentro de Jesús con el leproso y que sirvió para exponer la necesidad de rechazar todos los prejuicios humanos.
Además, instó a que los países europeos se unan y hagan esfuerzos para acoger más inmigrantes y refugiados.