Las autoridades de Francia continúan en alerta debido a las inundaciones provocadas por el desborde del río Sena. De momento se han evacuado a un centenar de personas, mientras que han obligado a clausurar museos y edificios emblemáticos.
El turismo también se ha visto seriamente afectado. Los viajes en botes tuvieron que ser suspendidos por tiempo indefinido y algunos bares y restaurantes a lo largo del Sena quedaron sumergidos bajo el agua.
Dos de los museos más famosos de la ciudad, Louvre y Orsay, han tenido que cerrar el último viernes para que el equipo de trabajo evacúe las obras ubicadas en los sótanos.
En tanto, castillos como el famoso Château de Chambord, ubicado en el valle de Loire, también fueron afectados por las inundaciones.