El artista de 32 años transforma las puntas de los lápices en diferentes esculturas que van desde personas o animales hasta aves, torres y diferentes tipos de figuras.
Luego de un arduo trabajo, este artista presenta pequeñísimas obras cuya apariencia es similar a algo tallado en piedra o madera carbonizada.
El grafito es el material elegido por Jasenko Đorđević, “ya que es duro y frágil al mismo tiempo. Hay que ser muy cuidadoso cuando se trabaja con grafito, ya que cualquier pequeña falta de atención puede llevar a que se rompa”, señala el artista.