La obra, que costó 44.7 millones de dólares, tenía 3.9 kilómetros de largo y había sido preparada como ciclovía para los Juegos Olímpicos que este año se realizará en Río de Janeiro.
Los primeros reportes indican que, en el momento del colapso, había cinco ciclistas sobre la estructura. La ciclovía unía las playas de Leblon con Barra da Tijuca, y se habría desplomado producto del fuerte oleaje.
La policía brasileña informó que, como consecuencia del accidente, dos ciclistas murieron al caer al mar desde unos 50 metros, mientras que otros fueron rescatados por los bomberos de los acantilados.