Cuando un humano y un animal pasan un gran tiempo juntos, pueden llegar a desarrollar un lazo de amistad de por vida. Ese parece ser el caso de Adolfo y Kiara, cuyos encuentros son los más emotivos.
Y es que cada vez que la leona lo ve, literalmente se le abalanza. La enorme fiera se muestra mimosa, frotando su cabeza con su cuidador como si fuera un simple gatito. Adolfo acepta las caricias de Kiara con alegría, aunque siempre con mucho cuidado.
Kiara fue separada de su madre apenas nació y fue Adolfo quien se ocupó de alimentarla y entrenarla por muchos años. Y cada vez que la visita se da esta escena dulce y enternecedora que ha cautivado a muchos.
Una amistad que sin dudas continúa sorprendiendo a más de uno en las redes sociales.
