Las personas que se arriesguen a solicitar los servicios sexuales de una prostituta en Francia, deberán pagar una cuantiosa multa. Esa es la base de una ley que busca acabar con la prostitución, el proxenetismo y las redes de tráfico de personas en las calles.
Con 64 votos a favor, tras dos años y medio de polémica y debate, la Asamblea Nacional de Francia fue aprobada. La ley no castigará a las prostitutas, sino a los clientes que deberán pagar las multas entre 1500 y 3750 en caso de reincidencia. Incluso, puede merecer hasta tres años de cárcel.
Con esto, Francia es el quinto país en penalizar a los que pagan por tener relaciones sexuales. Los policías también deberán vigilar el actual estado de emergencia.