Dieron un paso al costado. Los miembros del Partido del Movimiento Democrático Brasileño decidieron quitar su respaldo al gobierno de Dilma Rousseff, situación que acorrala más a la cuestionada mandataria, ya que pierde a su principal aliado político cuando más lo necesita.
Ni su propio antecesor Luis Inácio Lula da Silva pudo impedir este duro golpe que agrava la crisis en ese país. El Directorio Nacional del PMDB también determinó que sus ministros que ocupan puestos en el gobierno deben entregar sus cargos.
Un nuevo escenario que podría incluso poner en juego la supervivencia de la mandataria en el poder al no lograr el respaldo suficiente para frenar el proceso de destitución en su contra. De momento, los números no son muy favorables para ella.
La oposición ya cuenta con 111 de los 342 votos que necesita para iniciar un juicio político a mediados de abril. Pero al parecer no hay tregua para Dilma: ya afronta una nueva demanda de impeachment. Esta vez por otorgar exenciones fiscales a la FIFA durante el Mundial de fútbol de 2014.
