En un acto de heroísmo, los vecinos de un pueblo de China lograron salvar a un niño que cayó de lo alto de un edificio.
El menor que estaba siendo cuidado por su abuela, la cual se quedó dormida, se puso a jugar en el balcón del cuarto piso y se colgó de una de las barandas, al perder fuerza se puso a llorar y a gritar, llamado la atención de los transeúntes.
Minutos después el pequeño cayó, por fortuna fue rescatado por los vecinos que sujetaron una colcha debajo, para evitar que impacte en el suelo.