Un bañista subestimó el fuerte oleaje mientras se encontraba en una costa rocosa, en Brasil, sin imaginar que terminaría tragado por una gigantesca ola.
El hombre no vio venir el impacto de la ola, se agachó para esquivarla, pero no fue suficiente.
El aficionado que registró el terrible momento en que el bañista fue literalmente devorado por una ola, aseguró que no se supo nada más del sujeto.