Las activistas de Femen protestaron por la llegada del presidente de Irán a Francia. Una de ellas se colgó de un puente del río Sena asemejando a una de las muchas ejecuciones públicas en el país gobernado por Hasan Rohani.
Además, una multitudinaria marcha en las calles de París señaló al régimen de Teherán como fuente del extremismo islámico y aliado de grupos terroristas como ISIS.