La infanta Cristina llegó con una hora de antelación, seria y demacrada, al tribunal de Palma de Mallorca, para afrontar el histórico juicio en el que por primera vez, un miembro de la familia española afronta cargos penales. La hermana del rey Felipe VI es acusada de cooperar con un fraude fiscal.
La infanta podría enfrentar hasta 8 años de cárcel si se comprueba que usó una firma consultora de bienes raíces como una fachada para financiar un estilo de vida exuberante