La guerra en Siria no solo trajo consigo desastre y destrucción, también generó hambre y desnutrición. El caso más crítico se refleja en Madaya. En esta ciudad, miles de personas atraviesan el peor momento de su historia, pues no tienen nada qué comer. Los perros y gatos fueron convertidos en comida, al igual que las hojas secas de los árboles.
Siria: hambruna lleva a la gente a comer hojas secas, perros y gatos
El hambre y la desnutrición son una de las consecuencias más silenciadas de la guerra.