La Asamblea Nacional de Venezuela se instaló hoy bajo el control de la oposición, que asegura tendrá como prioridad la vigilancia y supervisión de las acciones del gobierno, lo que augura fuertes choques entre ambos poderes.
Los 163 legisladores, opositores y oficialistas, juramentaron en una sesión que estuvo marcada por momentos de tensión por los recurrentes insultos que gritaron, desde los balcones del hemiciclo, los invitados de ambos bandos.
Tras la juramentación, la bancada chavista saboteó la intervención del opositor Julio Borges, que proponía una ley de amnistía, e inició su retirada del Hemiciclo. Diosdado Cabello alegó que los chavistas se iban porque hubo una “violación del reglamento”.