El Parlamento de Grecia aprobó por amplia mayoría las uniones civiles de parejas del mismo sexo. La ley fue apoyada por 193 de los 249 parlamentarios asistentes a la sesión, pese a que en el país la conservadora iglesia ortodoxa tiene un importante peso y se oponía al proyecto.
La votación salió adelante con los votos del partido gubernamental Syriza, que tuvo que apoyarse en la oposición para aprobarlo, pues su aliado, los nacionalistas Griegos Independientes (Anel), muy cercanos a la Iglesia, votaron en contra.
La nueva ley contempla equiparar las parejas de hecho homosexuales a las heterosexuales, con la condición que estén registradas en Grecia. Este tipo de uniones civiles gozará de derechos similares a los del matrimonio, como el de heredar las posesiones del cónyuge o tener acceso a la seguridad social amparada, pero no permite la adopción.