Albert Killian es el estadounidense que decidió vivir con más de 60 serpientes venenosas que rescató de hogares o áreas donde no deberían estar.
Entre sus ejemplares se encuentra una cobra real de más de 10 kilos, considerada una de las serpientes de las más grandes y peligrosas del mundo.
Albert se gana la vida extrayéndoles el veneno, para que sean empleados en productos farmacéuticos. Ha sido mordido innumerables veces y por increíble que parezca, ha desarrollado inmunidad, y no experimenta los efectos del veneno.