Las cámaras del Museo Nacional de Taipei muestran al niño de 12 años, que para evitar caerse posó sus manos sobre la obra del maestro italiano Paolo Porpora, cuyo valor es incalculable, rompiendo la tela.
Se conoció que los organizadores de la muestra no harán pagar los costes de la restauración a la familia del niño, quien tras el suceso se encerró en su habitación víctima de una profunda depresión.