Mientras la mujer caminaba unos pasos adelante, al novio no se le ocurrió hacer otra cosa que una voltereta en el aire. La mala fortuna quiso que en el movimiento, le diera a la mujer una patada en toda la cabeza, que la dejó noqueada en el suelo.
Tras entrar al salón, la música empezó a sonar y los novios a bailar animadamente, pero al parecer el chico estaba demasiado emocionado con el matrimonio.
Mientras la mujer caminaba unos pasos adelante, al novio no se le ocurrió hacer otra cosa que una voltereta en el aire. La mala fortuna quiso que en el movimiento, le diera a la mujer una patada en toda la cabeza, que la dejó noqueada en el suelo.
Ubicada en primera fila, Boluarte encabezó la delegación peruana y fue parte de un grupo selecto de jefes de Estado y dignatarios invitados a la misa que dio inicio al pontificado de Robert Prevost.