El movimiento terrorista Estado Islámico cumplió con su amenaza a Japón y decapitó al rehén Kenji Goto Jogo, por quien había pedido al gobierno de su país un rescate de 200 millones de dólares.
Se trata del segundo ciudadano japonés capturado por los yihadistas. Su compañero de cautiverio, Haruna Yukawa, fue también asesinado de la misma manera el 24 de enero.
Al igual que en videos anteriores, un hombre encapuchado completamente vestido de negro habla parado junto a Goto sosteniendo un cuchillo en la garganta del japonés, seguido de imágenes de un cadáver con una cabeza puesta sobre él.