El Santo Padre "no quedó muy contento" hoy al ver las imágenes de la lujosa comida a la que asistieron religiosos, empresarios y periodistas italianos durante la reciente canonización de dos papas en el Vaticano, informó el semanario L'Espresso.
El enfado del Papa Francisco llega tras conocer que unos 150 invitados asistieron a la ceremonia de canonización del pasado 27 de abril desde la azotea de un edificio del Vaticano, para después disfrutar de una fiesta y un bufé que costaron a patrocinadores privados unos 18.000 euros.
"No puedo revelar lo que ha dicho el Papa. Le he informado y sólo puedo decir que no ha quedado muy contento. Pero puedo asegurar que estos episodios no volverán a producirse", declaró el cardenal Giuseppe Versaldi, presidente de la prefectura vaticana de Asuntos Económicos.
El cardenal Versaldi aseguró que desconocía la celebración de la fiesta en la terraza de la prefectura que preside y que le habían pedido permiso para que algunas personas pudieran acceder a la azotea para asistir a la ceremonia de santificación de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II.