Evitar los “cotilleos” fue lo que pidió hoy el Papa Francisco a los miembros de la Curia Romana (el Gobierno de la Iglesia católica), pues ellos “solo dañan la calidad de las personas, del trabajo y el ambiente”.
Durante la tradicional felicitación de Navidad, el Santo Padre recordó a los miembros de la Curia que sus principales características tienen que ser la "profesionalidad y el servicio". "Os pido ejercer la objeción de conciencia para que nos opongamos a practicar una ley no escrita de nuestros ambientes, que por desgracia es la de los cotilleos", instó.
Les recordó el papel de San José " tan callado y tan necesario al lado de la Virgen María". "Pensemos en él, en su preocupación por su esposa y por el Niño. Esto nos dice mucho sobre nuestro servicio a la Iglesia", agregó.
Tras iniciar su mensaje agradeciendo a todos "servicio cotidiano: por el celo, la diligencia y la creatividad" y el esfuerzo "de valorar personalidades y cualidades diferentes en el respeto recíproco", se dirigió a la Curia.
Indicó que sus principales características tienen que ser "la profesionalidad, que significa competencia, estudio, y actualización". Asimismo advirtió que "cuando no hay profesionalidad, lentamente se va resbalando hacia el área de la mediocridad".
También expresó su admiración por los "monseñores que siguen el modelo de los antiguos curiales, personas ejemplares, que trabajan con competencia, con rigor, con abnegación, desempeñando con esmero sus tareas de cada día" y pidió inspirarse en dichos modelos.
Desde que comenzó su pontificado, Francisco ha emprendido una reforma de la Curia, ayudado por una Comisión de ocho cardenales.