El partido de Cristina Fernández fue derrotado en los cinco principales distritos y en provincias de trayectoria peronista en las elecciones legislativas realizadas, aunque sigue como primera fuerza nacional y mantendría, junto a sus aliados, el control parlamentario.
Una de las principales derrotas la sufrió en Buenos Aires, donde el candidato a diputado del Frente Renovador opositor Sergio Masssa se impuso con el 42,38%, frente al 29,23% que sumó el kirchnerista Martín Insaurralde, según el escrutinio provisorio del 8,57% de los votos.
En la ciudad de Buenos Aires, de histórica tradición antiperonista, se impuso el gobernante partido de centroderecha Propuesta Republicana (PRO) en la contienda para diputados, con el 34,15% de los votos, ante el 29,95% del frente de centroizquierda UNEN y el 24,19% del FpV.