Acompañado de vientos violentos y lluvias torrenciales, la tormenta tropical más potente del año llegó el domingo a las costas chinas. Más de 3,66 millones de personas se han visto afectadas y cerca de 226.000 ciudadanos han sido obligados a evacuar la zona, según datos de autoridades provinciales.
Además, los daños económicos que el tifón ha dejado hasta el momento se elevan a 3.240 millones de yuanes, o 529,5 millones de dólares.
Testigos aseguraron que las olas eran de hasta dos metros de altura, lo que ocasionó el corte temporal de abastecimiento de agua y electricidad. También se suspendió la circulación en unas 50 conexiones de trenes y cientos de vuelos en la zona sur del país.
Por el momento, el Ministerio de Asuntos Civiles y la Autoridad de Respuesta a los Desastres Naturales han enviado equipos de auxilio para asistir a los afectados por la tormenta. Se espera que a medida que avance en tierra su intensidad baje y los miles de afectados puedan regresar a sus viviendas.