Algunas ni siquiera llegan a la mayoría de edad, pero ya son ofrecidas por sus propios padres como si fueran objetos en oferta. Todas las jovencitas llegan hasta a una plaza en Bulgaria para encontrar un esposo que pague una fortuna por ellas. En esta zona de este país no está permitido enamorarse, salvo que el pretendiente tenga mucho dinero y que ayude a la familia de la mujer a salir de la pobreza.
Se trata del mercado anual de novias, donde decenas de adolescentes son llevadas por sus propias familias para ser ofertadas a cambio de dinero y es que muchos padres ven en esta feria una oportunidad para salvar a sus hogares de la crisis.
En algunos casos piden por sus hijas más de 100 mil euros si estas son vírgenes y si no lo son, se tienen que conformar con el poco dinero que recibirán por ellas, pues saben que ningún otro hombre la tomaría como esposas.
Esta tradición se llama Mashkovo, y durante la feria las mujeres son libres de conversar largamente con cualquiera, se conocen un poco y al final si el hombre está interesado en ella irá donde su padres para ofrecerle todo el dinero que trae en ese momento.
Si la oferta es buena, los padres aceptan que se lleven a su hija, pero si creen que es poco dinero entonces decidirán seguir buscando nuevos pretendientes.
Cabe indicar que los jóvenes que van a este mercado provienen de familias pudientes y ellos pueden escoger a la mujer que quieran, sin embargo, otros tienen que ahorrar durante años para poder conseguir una esposa.
