Una joven misionera mormona decidió colgar los hábitos y probar suerte en el mundo de cine para adultos. Su nombre es Addie Andrews, de 30 años, es una de las actrices más cotizadas de la industria pornográfica, a pesar de haber sido educada en una férrea fe católica.
Andrews nació en una comunidad religiosa y a los 17 años de unió a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. La joven aseguró que la iglesia “fue muy acogedora” y por eso decidió seguir todas sus reglas, incluyendo la del celibato hasta el matrimonio.
Pero el sentirse reprimida por las normas sexuales que tenía que seguir desistió y la vida le tenía otros planes, ya que después de dejar la iglesia en 2017, se mudó a California a cumplir su sueño de ser actriz, donde no hubo éxito, por lo que probó suerte como bailarina exótica, y ahí todo cambió.
Pues su forma de ver a la cámara y encandilar al publico la hizo contactarse con agentes del cine para adultos y hoy ella es exitosa en este rubro.
Cabe señalar que recientemente ha sido nombrada “Pet of the Month” en la revista para adultos ‘Penthouse’.
