Para muchas personas el matrimonio es el acontecimiento más importante de sus vidas, un acto de amor puro y verdadero hacia su pareja, algo sagrado que los unirá por siempre, sin embargo, otros ven en el matrimonio una oportunidad para amasar fortuna. Este es el caso de la mayoría de jóvenes en Tailandia, que deciden casarse con hombres mucho mayores que ellas y todo por dinero. Según cifras el 75 por ciento de ellas se casa por dinero y por estabilidad.
Pero ellas no buscan a cualquier hombre, prefieren a los extranjeros adinerados, principalmente a los europeos y que resulta que en Tailandia un extranjero no puede tener propiedades a su nombre, así que todos sus bienes los registra a nombre de su esposa.
Y en caso de que el matrimonio fracase, la mujer, amparada por las leyes, se termina quedando con todas los bienes adquiridos durante la unión matrimonial.
El esposo, en cambio, ni siquiera tiene derecho a presentar reclamos, pues simplemente no figura como dueño de las propiedades.
En esta nación muchas mujeres le han sacado provecho a esta polémica norma, pues han terminado apoderándose no solo de vehículos, sino también de costosos inmuebles.
Pero a pesar de que saben que pueden perder toda su fortuna, los solitarios caballeros continúan viajando a Tailandia y todo para encontrar una mujer bella y joven que conquiste sus corazones.